En estos momentos está teniendo lugar
la I Conferencia Mundial de
Biodiversidad Marina en Valencia, la cual concluirá este mismo quince de noviembre, y en ella un extenso grupo de científicos analizará la situación de las especies marinas del planeta. Con esto, aprovecho para presentaros uno de los proyectos que se presentarán en dicha conferencia.
El proyecto se trata de un censo (Censo de la Vida Marina) que comenzó en el año 2000 y se espera que esté finalizado en el 2010. En él trabajan científicos de 82 países que estudian la biodiversidad, distribución y abundancia de todos los organismos marinos que viven en los océanos así como los efectos que ha tenido el ser humano sobre las poblaciones marinas en el pasado y la predicción de lo que podría pasar a causa de estos efectos en el futuro.
Entre los hallazgos destaca la teoría de que la mayoría de los pulpos actuales evolucionaron de un ancestro común, un pulpo que todavía habita en la Antártida; y que la distribución actual de esta familia se debe a que, a medida que la Antártida se fue enfriando hace 30 millones de años, los pulpos comenzaron a emigrar, dándose así la especialización según los hábitats que ocupaban como es el caso de aquellos pulpos de las profundidades que carecen de un saco de tinta al no ser útil más allá de la zona fótica.
Otras especies destacadas son: gigantes estrellas de mar de hasta un metro de diámetro (de nuevo observadas en la Antártida) u otras más pequeñas en las costas de Portugal; así como diferentes peces tropicales y bacterias. Estas últimas están prácticamente sin estudiar pese a su gran diversidad (en un litro de agua, se han podido detectar hasta 50.000 formas de bacterias distinta, según afirmó la doctora titular del Censo, Patricia Miloslavich).
Con todo esto podemos apreciar que nuestros conocimientos sobre la biodiversidad marina aumentan cada día (Los científicos estiman que existen al menos 1 millón de especies de organismos marinos en la Tierra; sin embargo, en la actualidad, sólo conocemos unos 230.000). Pero el dato más amargo es que existieron muchas especies que nunca llegamos a conocer y que desaparecieron, en gran medida, por el impacto del ser humano en los océanos.
Los datos de éste censo aparecerán publicados en la revista Cladistics
Fuente: BBC Ciencia. Domingo, 9 de noviembre de 2008
Álvaro Lambea Gil. IES Miguel Catalán (Zaragoza)
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