lunes, 26 de enero de 2009

Un cuadro grotesco sobre el antiguo lienzo virgen

Sí, otra mancha en nuestro curriculum, otra vergüenza en nuestra historia, y esta vez no se trata sobre un pueblo hacia otro pueblo, no, sino un nuevo fracaso de nuestra ferviente sociedad consumista. Se trata de la contaminación, pero esta vez la metáfora se ajusta mucho más a una realidad, un paraíso natural como es el Océano Pacífico se ve corrompido por el hombre, por La Gran Mancha del Pacífico”.

Aunque todo lo anterior parezca un relato dramático es la pura realidad, de cómo el ambiente no es capaz de asimilar todo aquello que producimos y desechamos. En términos generales, este fenómeno consiste en la acumulación de diferentes tipos de plásticos en una gran zona central del Pacífico Norte, concretamente de dos extensas masas, una cerca del Japón y otra en torno a Hawai y California. La imagen que me venía a la cabeza hasta ahora era de toneladas y toneladas de productos plásticos tal y como los conocemos (botellas, tapones, preservativos, juguetes, etc.) agrupados en una masa compacta muy similar a un islote, pero cuando leí que su extensión superaba al territorio de EEUU esa posibilidad se me esfumó.

Y es que, a lo que en realidad se asemeja esa grotesca mancha es a una sopa de diminutos plásticos en los que podemos encontrar objetos más o menos descompuestos. Esto se debe a que los plásticos, pese a no ser biodegradables si que son afectados por la acción de las aguas y la luz solar provocando su “ruptura” en pequeños pedazos que conservan su estructura química original. Esto es, por tanto, más peligroso de lo que se puede imaginar ya que, los diminutos pedazos son desplazados por la acción de las corrientes y el oleaje hasta una zona del Pacífico con un movimiento de las aguas más lento que dibuja círculos según las agujas del reloj, para quedarse ahí estancados y, debido a su pequeño tamaño, ser un gran problema para diferentes animales marinos, desde peces y aves hasta grandes mamíferos (bien al ser ingeridos por confundirse con huevos de diferentes peces, o bien por quedarse atrapados en ellos).

Una de las cosas más alarmante es que expertos ya afirman que limpiar esa gran mancha no sería una solución, porque mientras sigamos inmersos en la Era del Plástico esa masa seguirá nutriéndose de nuestros desperdicios para ir aumentando de densidad conforme pasan los años.

Aquí os dejo un video de la Fundación de Investigación Marina Algalita de EEUU que explica claramente la situación. Dura más de 10 minutos, pero creo que merece la pena.

En definitiva, independientemente del gran “organismo” que es el planeta (sí, lo recalco mucho en cada uno de mis artículos), quería que se viera claro como un simple tapón que caiga río abajo puede desencadenar, a gran escala, catástrofes ambientales y faunística que ni nosotros mismos podemos hacernos idea, porque, cuidar el medio ambiente no es una simple labor estética, sino una ayuda a todo el medio y, si no ponemos egoístas, nuestro pase a una sociedad más sostenible.


Fuentes: El Mundo (edición digital)
soitu.es - medioambiente
Video "Algalita"


Álvaro Lambea Gil. IES Miguel Catalán (Zaragoza)